Con respecto al caso que analizamos, empresa Enron, al evaluar el proceso de toma de decisiones que se llevó a cabo por parte de los responsables, y al enfocarnos en los factores situacionales, se puede distinguir una de las variables de intensidad moral presentes en este caso. Se trata de la variable de Probabilidad de efecto.
De acuerdo con esta variable, que se refiere a la probabilidad de que los daños o beneficios realmente sucedan, se ve reflejado en las acciones de los directivos de la empresa, el ex presidente, Kenneth Lay, y el ex consejero delegado, Jeffrey Skilling, quienes decidieron manipular los estados financieros de la empresa para beneficiarse ellos mismos, puesto que al presentar deudas, la empresa no iba a ser atrayente para futuros inversionistas, así que “maquillaron” estos estados contables y engañaron a diversos accionistas.
En primer lugar, la probabilidad de beneficiarse de esto era alta, por ello decidieron alterar el precio de las acciones y, en el camino, engañar a los accionistas para su beneficio. Es, de esta manera, que ellos consideraron tomar esta decisión, principalmente, porque estaban seguros de que las probabilidades de beneficiarse eran altas y favorables para ellos. Esto también se vio intensificado, ya que la empresa fue, seis años consecutivos, considerada entre las más innovadoras, lo que influyó aún más en realizar el fraude; la reputación con la que contaban, sin sospechas, que solo incrementaría su beneficio, notablemente.
En segundo lugar, no tomaron en cuenta la probabilidad de que, realmente, iban a ser descubiertos al sólo concentrarse en los beneficios que obtendrían, además de que existía un vacío en la legislación bursátil estadounidense que permitió que el mercado no conozca su verdadera situación financiera, en un principio. Asimismo, de acuerdo con el marco legal de la desregulación del sector eléctrico en EEUU, no se aplicaron las debidas restricciones a inversiones en derivados financieros, lo que influyó en que este fraude se llevara a cabo y no sea, desde un inicio, conocido. Además de la falta de reacción por parte de las auditoras y calificadoras de riesgo, o, en este caso, la lenta reacción de éstas. Todos estos aspectos dieron cabida a que este fraude se llevara a cabo, pues contaban con ellos a su favor o en la baja probabilidad de ser descubiertos, gracias a los errores cometidos por terceros.
ACTUALICESE. Caso Enron: una enseñanza de toda la vida para los profesionales contables (consulta 22 de octubre de 2011) (http://actualicese.com/actualidad/2009/12/02/caso-enron-una-ensenanza-de-toda-la-vida-para-los-profesionales-contables/)
EL MUNDO (consulta 22 de octubre de 2011)(http://www.elmundo.es/mundodinero/2006/01/30/economia/1138592963.html)
No hay comentarios:
Publicar un comentario