lunes, 12 de septiembre de 2011

3a) ¿De qué manera la transparencia en los EEFF puede afectar a los grupos de interés de las empresas?





Los grupos de interés nacen a partir de la sociedad y del intercambio de conocimientos entre sus miembros, ya que comparten intereses comunes[1]. Los stakeholders son un tema muy relacionado a la ética empresarial, ya que una correcta y responsable gestión de los impactos de la actividad de la empresa sobre los grupos de interés, garantiza a la misma haber llevado a cabo una correcta responsabilidad social empresarial.
A continuación se detallará los efectos de la transparencia en los estados financieros en los grupos de interés de las empresas. Para ello, se tomará como base dos de los casos más conocidos: Enron en Estados Unidos, y Parmalat en Italia.

1. Empleados:
Conocidos como los clientes internos de toda empresa, los empleados siempre están interesados en el desarrollo de la misma, ya que se ven directamente afectados por las decisiones que ésta toma[2]. Asimismo, cabe resaltar que cada empleado es una propia empresa, ya que tiene sus metas, objetivos y una visión propia de su futuro personal. Es por esto, que resulta de vital importancia conocer sus necesidades y expectativas para diseñar programas alineados a éstos factores.
Aplicando este grupo de interés en el caso Enron, podemos resaltar que aproximadamente 21000 personas alrededor del mundo se quedaron sin empleo debido a las operaciones mal gestionadas por parte de los ejecutivos de esta empresa. Esto trajo consigo efectos negativos en las economías de los más de 40 países en donde esta empresa realizaba sus operaciones, ya que incrementaron las tasas de desempleo. Asimismo, se generó la pérdida de los ahorros de muchos de los empleados, ya que éstos habían decidido invertir en acciones de Enron sus fondos destinados a las pensiones de retiro[3]. El problema era que dichas acciones estaban cotizadas a un precio que no reflejaba la realidad de la empresa.

2. Proveedores:
Los proveedores de las materias primas utilizadas por la empresa tienen por objetivo construir relaciones a largo plazo, para obtener ventas aseguradas y continuas. Asimismo, es responsable de otorgarle a la empresa productos o servicios de calidad y con las especificaciones solicitadas. Por otro lado, una buena relación con los proveedores, le permite a la empresa obtener mayor flexibilidad en cuanto a variaciones en los pedidos, ya sea debido a picos de producción o innovación del producto[4]. Además, existen diversas asociaciones de proveedores, mayormente productores, que pueden afectar el desarrollo de la empresa si no cuentan con las facilidades, ya sea por parte del gobierno o de la misma empresa, para poder llevar a cabo sus operaciones.
En el caso Enron, podemos resaltar las consecuencias que la caída de esta gran empresa ocasionó para sus proveedores. El sistema de operación de Enron consistía en adquirir las materias primas necesarias a sus proveedores para que luego de procesarlas se ponga a disposición del cliente el producto final. En consecuencia, al caer en bancarrota la empresa, trajo consigo consecuencias negativas para sus proveedores, ya que muchos de ellos habían optado por brindar préstamos cuantiosos a Enron, confiando ciegamente en los estados financieros alentadores que la empresa les exponía[5]. Sin embargo, dichos estados financieros no respondían a la situación real de la empresa, ya que las utilidades habían sido alteradas a beneficio de Enron.

3. Gobierno:
El gobierno, tanto nacional como local, es el encargado de brindar las herramientas de apoyo necesarias para las actividades que realice la empresa, y, al mismo tiempo, debe reglamentar y controlar el funcionamiento de la misma[6]. Para establecer una relación productiva con el gobierno, la empresa debe informarse continuamente de las decisiones que éste tome en relación a la actividad de la empresa y aplicar las medidas correctivas en caso de ser necesarias.
Con respecto al caso Parmalat, se puede destacar la falta de intervención del gobierno italiano en el control de los estados financieros publicados por esta empresa. De esta manera, los ejecutivos de Parmalat lograron alterar las cifras de deuda que tenía la empresa con el fin de atraer mayores inversionistas. Posteriormente, se descubrió que, en realidad, existían 15 000 millones de euros más en deudas que no figuraban en el reporte financiero. Es así, que el gobierno italiano se vio forzado a intervenir, con el fin de promover acuerdos con acreedores para que la empresa pueda seguir operando y disminuyan sus deudas[7].

4. Acreedores:
La empresa debe tener conocimiento de cuáles son las expectativas de los acreedores, los rendimientos que esperan, la red de contactos que tienen, entre otros, para construir una relación positiva con ellos[8]. Esto se debe a que el mayor de los intereses de los acreedores, inversionistas y accionistas, es lograr una rentabilidad como resultado de la inversión realizada en la empresa.
En el caso Enron podemos observar que los acreedores son otro grupo significativo, además de los empleados, que se vieron afectados por el quiebre de la empresa americana. Muchos de ellos confiaron en los alentadores estados financieros publicados por la empresas y decidieron invertir en acciones sobrevaluadas. Al descubrirse el fraude, se decidió vender los activos de la empresa para poder reembolsar la deuda que se generó con los acreedores. Estas negociaciones continúan hasta la actualidad.

5. Clientes:
Los clientes de la empresa son la razón de ser del negocio, es en sus necesidades y expectativas en que el producto o servicio comercializado se enfoca para poder satisfacerlas. Con esto, toda empresa tiene como uno de sus objetivos, alcanzar la fidelización y lealtad de los clientes por la marca y el producto o servicio ofrecido[9]. Es por ello que resulta de vital importancia realizar un adecuado estudio del segmento de mercado a cubrir, ya que, de caso contrario la empresa puede llegar perder la inversión realizada, y caer en bancarrota antes de obtener rentabilidad alguna.
Continuando con el caso Parmalat, los clientes de esta empresa italiana reaccionaron negativamente como consecuencia del fraude. Se crearon asociaciones de consumidores que se solidarizaron con los empleados despedidos de la empresa por lo que, a pesar del veredicto legal a favor de Parmalat, continúan en la búsqueda de daños y perjuicios en los tribunales civiles para compensar, de alguna manera, el daño ocasionado a los trabajadores desempleados[10]. Cabe destacar que, el nivel de aceptación y demanda de los productos ofrecidos por Parmalat decayó notablemente, pero, actualmente, está en proceso de recuperación.


[7] Cfr. LR21 2004





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