¿Es posible prevenir casos como este en el futuro aplicando la estrategia “golpe por golpe”?
La estrategia del “golpe por golpe” podría explicarse como un mecanismo de defensa para tomar las mejores decisiones en situaciones cotidianas. De este modo, se busca obtener mejores resultados cuando la decisión se basa en elegir lo que favorece a la mayoría, en lugar de lo que conviene al propio individuo. La teoría consiste en:
1° Mostrarse dispuesto a cooperar, pensar lo mejor de los desconocidos y mostrarnos afectuosos con ellos a menos que se tenga razones para creer lo contrario.
2° Hacer el bien a quienes te hacen bien y perjudicar a quienes te perjudiquen, si la otra parte no se muestra cooperativa se debe cambiar la política.
Aplicando esta estrategia en el caso de los fraudes financieros, podemos deducir que si los responsables de haber llevado a la bancarrota a éstas grandes empresas hubieran decidido seguir esta teoría, se hubieran podido evitar los escándalos financieros que perjudicaron no sólo a la compañía y a sus accionistas, si no, también, a los miles de trabajadores que quedaron desempleados.
Si los autores de los desastres financieros hubieran optado por seguir el camino del beneficio común y no del individual, no se habrían creado cuentas falsas, ni alterado los estados financieros para encubrir los malos manejos que habían llevado a cabo durante su administración. Asimismo, los altos ejecutivos de muchas empresas que tenían conocimiento de dicho desastre financiero, tomaron medidas de prevención para evitar ser perjudicados, sin tener en cuenta que serían muchas más las personas que se verían afectadas por su acción, y que, por lo tanto, perderían más.
Un ejemplo claro de esta situación, la podemos observar en el caso de Enron, ya que las decisiones tomadas por Kenneth Lay, presidente de Enron, y Jeffrey Skilling, su ex director ejecutivo, se enfocaron en el beneficio propio, sin importar las repercusiones que sus acciones tendrían.
En primer lugar, permitieron que se publiquen Estados Financieros falsos de la empresa para asegurar que resulten atractivos a los inversionistas y decidan adquirir acciones de Enron en la bolsa de valores. Posteriormente, cuando se descubrió el fraude y se dio a conocer la millonaria deuda de la compañía, los accionistas no fueron los únicos perjudicados, ya que además existieron cerca de 21 000 empleados alrededor del mundo que se quedaron sin trabajo, debido a que Enron se había declarado en quiebra y no se veía obligada al pago de indemnizaciones. Asimismo, estos altos ejecutivos fueron acusados de realizar sobornos y tráfico de influencias para concretar acuerdos con otros países.
De esta manera, aplicando la estrategia de golpe por golpe, se puede concluir que si Lay y Skilling hubieran optado por una postura menos individualista y más inclinada al beneficio colectivo, se hubieran podido evitar los desastres financieros que ocasionaron el quiebre de esta gran empresa y el juicio que los condenó a pasar años en prisión.
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